ESPEJISMO
ESPEJISMO
Conseguí el permiso para ir a mi
cita con el dentista por la tarde. La consulta fue rápida y me quedó tiempo
para ir visitar la casa de mis padres. Pensando en ellos iba en el autobús,
cuando de pronto reconocí un automóvil que entraba a un famoso motel. Era el
auto de papá que iba con otra mujer. Papá ha regresado a sus andadas, es
incorregible, me dije. Ha reincidido, ya mamá lo había perdonado por última
vez, él había jurado no volverlo a hacer. Se estaba portando bien, se
reconcilió con mamá, superó la petición de divorcio que ella le propuso;
parecía que todo iba bien. De la casa salía al trabajo y del trabajo a la casa.
Para sorprender a mi padre me bajé en la siguiente parada de buses y regresé a
pie hasta aquel motel, al llegar el portero me indicó que no podía entrar, yo
insistí, le dije que era mi padre a quien debía darle un medicamento urgente,
el vigilante que acompañaba al portero me hablo con mucha amabilidad y dijo:
Joven este lugar ha estado lleno desde temprano, los vehículos que en las últimas
horas han entrado han tenido que salir para otros moteles. Salí del motel muy
apenado y continué con dirección a casa de mis padres. Cuando llegué encontré a
papá en la sala, tenía gripe, no había salido a trabajar. ¿Y tú auto? le
pregunté y él me respondió: lo anda tu mamá desde muy temprano. Ya es tarde y
no ha regresado.
EDGAR IVAN HERNÁNDEZ, FEFRERO, 2021
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